El nombre malasana viene de ‘mala’, que en sánscrito significa ‘guirnalda’. Esta postura es adecuada para favorecer una intensa apertura de las caderas.
Después varias horas sentados ante un ordenador, esta asana puede servirnos de alivio. También puede aliviar dolores lumbares que con frecuencia se deben a unas caderas demasiado rígidas.
Abrir las caderas te beneficia físicamente sin duda, pero además tiene un efecto psicológico muy importante: todos los mamíferos, cuando tenemos miedo o nos sentimos amenazados por algo, tendemos a cerrarnos en nosotros mismos, a adoptar una postura fetal, cerrando el pecho y las caderas. La mente asocia estos movimientos a un peligro. Y también funciona a la inversa, cuando abrimos el pecho y las caderas, estamos mandando a nuestra mente el mensaje de que no hay motivo para tener miedo, no existe ninguna amenaza real. Así que las asanas de apertura de caderas, como malasana, son un poderoso instrumento para liberarnos de aquello que nos sobra, para dejar ir nuestros miedos
BENEFICIOS DE MALASANA O POSTURA DE LA GUIRNALDA.
- Se considera una postura restaurativa, por sus beneficios terapéuticos: flexibiliza el tendón de Aquiles y el músculo tibial, relaja y tonifica los músculos de la cadera, estira las ingles, fortalece la espalda y el abdomen.
- La activación de los músculos de los pies estabiliza los arcos plantares.
- Nos ofrece la oportunidad de alargar las tres curvas de la columna vertebral. Esto normalmente activa los tres bandhas.
- El profundo soporte en los arcos de los pies introduce enérgicamente la acción de elevación del suelo pélvico y los músculos abdominales inferiores.
- Favorece el tránsito intestinal y alivia el estreñimiento.
- Alivia los dolores menstruales.
- Relaja la espalda lumbar y reduce el dolor.