Meditación andando.
La meditación andando es una práctica maravillosa que nos ayuda a estar presentes en cada instante. Cada paso que damos conscientemente nos ayuda a ponernos en contacto con las maravillas de la vida que están aquí y ahora, disponibles en este preciso momento. Podemos coordinar nuestros pasos con nuestra respiración mientras caminamos con normalidad por la acera, un andén ferroviario o la orilla de la playa o de un río, no importa dónde estemos. Al inspirar podemos dar un paso y pensar: «He llegado; estoy en casa».
«He llegado» significa: «Ya estoy donde quiero estar y no tengo que darme prisa en llegar a ninguna parte, ya no tengo que buscar nada». «Estoy en casa» significa: «He regresado a mi verdadero hogar, que es la vida, aquí, en el instante presente». Solo el instante presente es real; el pasado y el futuro solo son fantasmas que nos arrastran hacia el lamento, el sufrimiento, la preocupación, el miedo. Si cada uno de tus pasos te devuelve al presente, esos fantasmas dejan de tener poder sobre ti.
Al espirar, podrás dar tres pasos y seguir diciéndote a ti mismo: «He llegado; estoy en casa». Has llegado a tu verdadero hogar y las maravillas de la vida están aquí para ti; no necesitas vagar buscando otra cosa. Dejas de correr. En el zen, esto recibe el nombre de meditación samatha, que significa «detenerse».
He llegado, estoy en casa,
en el aquí, en el ahora.
Soy firme, soy libre.
En mí mismo me refugio.
Este poema de meditación contribuirá a que habites con solidez el instante presente. Concéntrate en estas palabras y serás capaz de establecer tu presencia firmemente en el presente; al igual que cuando subes unas escaleras agarrándote a la barandilla, nunca te caerás.
Fuente: La paz está en tu interior – Thich Nhat Han