Sólido como una montaña.
No podemos tener paz y felicidad sin cierta estabilidad. Cuando nuestro cuerpo y nuestra mente están inestables, nos impacientamos y nos ponemos nerviosos, de forma que los demás no sienten que puedan refugiarse o confiar en nosotros. Por lo tanto, la práctica para aportar estabilidad y solidez al cuerpo y a la mente es esencial.
Al respirar conscientemente, al tomar asiento con calma, podemos restablecer la solidez interior. Cuando nos sentamos en la postura del loto o del medio loto, nuestro cuerpo y mente se estabilizan, especialmente cuando unificamos nuestros cinco skandhas a través de la respiración consciente. Los cinco skandhas son el cuerpo, las sensaciones, las percepciones, las formaciones mentales y la consciencia. Si mantenemos la atención centrada en la respiración, tendremos una base firme para reconocer cuanto sucede en nuestro interior y aceptarlo y acogerlo. Utilizando nuestra inteligencia y compasión seremos capaces de encontrar nuestro camino y sortear cualquier dificultad que se nos presente en la vida. Eso nos infunde una mayor confianza en nuestras capacidades y afianza nuestra solidez.
Al inspirar, me veo como una montaña.
Al espirar, me siento firme y sólido.
La práctica de regresar y refugiarse en la isla interior contribuye a generar una mayor estabilidad. Tienes un camino espiritual y sabes que lo estás recorriendo, así que no tienes nada que temer. Eso te ayuda a sentirte más sólido. Tu camino consiste en desarrollar la plena consciencia, la concentración y una visión profunda: es el camino de los cinco entrenamientos del mindfulness.
Fuente: La paz está en tu interior – Thich Nhat Hanh