La mayoría de los dolores y problemas de salud se originan en alguna anomalía transitoria en la columna vertebral.
La práctica de yoga ofrece una amplia gama de posturas y ejercicios para liberar tensión y al mismo tiempo fortalecer la estructura de la columna. La dimensión terapéutica del Hatha Yoga contempla un entrenamiento integral de todo el organismo.
Los típicos dolores abdominales, la disfunción de sus órganos, la irritabilidad emocional, la falta de ganas de movernos o realizar tareas, enfermedades simples como resfríos que se vuelven recurrentes y que no se curan con normalidad pueden ser el primer llamado de atención de que nuestra columna vertebral necesita ser cuidada y entrenada.
Dolor lumbar o de cervicales, dolores fuertes en un determinado punto de la espalda, el pecho o el abdomen, mareos, falta de respuesta del sistema inmune, tristeza y hasta depresión o estrés, son la profundización de los primeros síntomas que comienzan a manifestarse más fuertemente en nuestro organismo.
Como todo el sistema energético acompaña el recorrido completo de la columna vertebral, estas anomalías modifican el equilibrio de cada chakra o centro de energía y el flujo de energía entre ellos. Y los conflictos o traumas emocionales-energéticos sin resolver, se alojan en determinados centros de energía creando una dolencia particular que termina desalineando y enfermando nuestra columna.
Cuando conseguimos un estado saludable en nuestra columna vertebral conseguiremos también liberar los conflictos alojados en determinados puntos de su recorrido.
Si conseguimos que esta estructura esté alineada, fuerte y flexible las funciones orgánicas y energéticas de nuestro cuerpo serán normales, el sistema nervioso no se alterará con facilidad, nuestro sistema inmune responderá óptimamente y la sensación general que tendremos en nuestro cuerpo nos ayudará a realizar nuestras actividades con una mejor predisposición y estado de ánimo, permitiéndonos mejores resultados.