La postura de la luna creciente debe su nombre a que la posición que adopta el cuerpo durante su ejecución es similar a la de la luna creciente o decreciente, dependiendo del lado hacia el que te inclines.
Esta asana estira los músculos flexores de la cadera (psoas ilíaco) en la pelvis, que a menudo se encuentran acortados debido a nuestro sedentario estilo de vida causando así rigidez en la zona lumbar. Relájate después en la Postura del embrión (imagen 2).
Algunos de los beneficios que aporta esta postura:
-Ayuda a mejorar la osteoporosis y otras enfermedades degenerativas de los huesos.
-Mejora el funcionamiento del sistema digestivo.
-Es una postura particularmente sanadora que calma los dolores de espalda, brazos, cervicales y también dolores menstruales.
-Aporta flexibilidad a la columna vertebral y elimina la rigidez lumbar.
-Aporta un mejor desarrollo al equilibrio corporal.
-Alivia el estrés y ofrece paz mental.
Anjaneyasana es una de las posturas más completas en la práctica de yoga. Introduce esta postura en alguna secuencia del Saludo al Sol y trabaja el equilibrio, la fuerza y cada movimiento de la postura con la respiración.